#Colaboración:
¿QUÉ HACE UN MONTADOR EN EL
RODAJE DE UN PLANO SECUENCIA?
24 de Septiembre de 2020 · Por Marino García. Montador.
Oí hace poco que el mundo se divide en dos tipos de personas: las que dividen el mundo en dos tipos de personas y las que no lo hacen. El autor de semejante tautología me hizo sonreír por segunda vez cuando reconocía identificarse claramente con el primer grupo.
Esto viene a cuento porque, como montador de cine, tengo que reconocer que siempre he dividido en dos clases los proyectos audiovisuales cuyo montaje me han encomendado: los que pretenden que se arregle lo que no se ha conseguido narrar en las fases anteriores de la producción, frente a aquellos cuyo montaje se piensa desde el inicio y simultáneamente con el resto de tareas que constituyen colectivamente la creación cinematográfica.
Badaladas de amor e morte se encuadra claramente en este segundo tipo de trabajos. El proyecto me llegó cuando ni siquiera era ese su título y apenas se acababa de esbozar la versión 2 del guión literario. En la decisión de asumir el montaje del cortometraje, pesó tanto el atractivo de la lectura de ese guión, como la oportunidad de poder participar desde el principio en su desarrollo.
Extracto del Storyboard de Badaladas de Amor e Morte. Diseñado por Iria Ares y dibujado por Xoán Carlos Mejuto..
La primera llamada telefónica de la directora Iria Ares fue muy especial. Con frecuencia los momentos mágicos se construyen en la memoria a partir de su mitificación durante los recuerdos posteriores. Personalmente prefiero aquellos que se identifican y se disfrutan en el instante en el que se producen.
Me acuerdo perfectamente del lugar, la hora del día, la luz y mis paseos nerviosos arriba y abajo mientras escuchaba los comentarios precisos de una desconocida al otro lado del auricular. Me hablaba de estructura narrativa con detalles y opciones; me hablaba de ritmo de montaje, de ritmo interno y de su relación mutua; obviaba la continuidad entre los planos, que suele ser la obsesión trivial de quien se lanza a planificar una secuencia plano a plano sin definir bien todo lo anterior. Esa voz desconocida me describía para el montaje de su proyecto y a su manera, mi propio método de trabajo y en el orden en el que me gusta ejecutarlo: estructura, ritmo y continuidad. Se trata de construir sólidamente la estructura estableciendo correctamente los bloques narrativos y después las secuencias que los constituyen como unidades bien definidas. A continuación se diseña el tiempo narrativo tanto en duraciones de cada una de esas unidades estructurales como en ritmo interno. Con estas dos cuestiones claras, la continuidad es casi automática si se siguen las conocidas como “leyes del montaje”, que no dejan de ser una normas casi ortográficas para la construcción del espacio narrativo.
Foto fija de Badaladas de Amor e Morte. Por Víctor Mejuto.
Después de ese primer contacto, se sucedieron las conversaciones y reuniones de equipo. Un equipo constituido al modo clásico en el cine, con todos sus integrantes y todas sus funciones contempladas y cubiertas con especialistas en cada área de la producción y de la técnica cinematográfica.
La autoría de la guionista y directora se enriquecía constantemente con las aportaciones creativas del resto del equipo. A modo de ejemplo, la elección de rodar en negativo fotoquímico por parte del director de fotografía, Fernando Jover y apoyado por la producción de Xoan Carlos Mejuto, no solo es coherente con los planteamientos generales del proyecto sino que exige unos modos de trabajo rigurosos que se están perdiendo actualmente en demasiadas ocasiones por unas malentendidas ventajas del soporte digital. Aprovechar las mejoras tecnológicas no debería suponer prescindir de un método de trabajo clásico que sigue siendo válido.
Otro caso concreto que afecta enormemente al montaje es la progresiva desaparición de la función de script en los rodajes. El escrupuloso trabajo de la script de Badaladas, Alicia Díaz, nunca podrá ser sustituida por los metadatos de un archivo de vídeo, por muy exhaustivos que estos sean.
Making Of de Badaladas de Amor e Morte. Durante el rodaje nocturno en Cambados.
Todo un reto de producción cinematográfica. Fotografía Xavier Gantes.
La fluidez en la comunicación continuaba durante la preproducción y me iban enviando el guión técnico, las viñetas del storyboard, fotografías de las localizaciones y grabaciones en vídeo de los ensayos. No pude por menos que hacer mi propia contribución al proyecto y elaborar un montaje previo con todo ese material incluyendo los diálogos del guión literario y asignando tiempos a los planos.
De hecho, la duración total de ese premontaje fue de catorce minutos, cuando el metraje final de imagen del cortometraje apenas fue de un minuto más. Podríamos decir que el montaje de Badaladas estaba perfectamente definido cuando aún no había empezado a rodarse ni un solo plano. Badaladas de amor e morte, además de ser un homenaje explícito al cine de Orson Welles pero planteado desde una historia con fuerte identidad propia, es un homenaje al cine clásico en cuanto al proceso de creación cinematográfica pero actualizado a las nuevas posibilidades tecnológicas y de producción.
Llegamos a la fase de rodaje y siguen las sorpresas agradables. Iria me invita a asistir a las jornadas de rodaje nocturno cuyo objetivo es la consecución del plano secuencia de siete minutos de duración, así como las secuencias posteriores. En su doble condición de actriz protagonista y directora, pretendía reforzar la épica de la lucha de la vida contra la muerte en esa secuencia clave, con todos los elementos a su disposición. En mi caso, me asignó una especie de función de “guardián del ritmo interno” del plano para que se ajustara con el ritmo de las secuencias posteriores del mismo bloque narrativo. Todo un alarde de integración del montaje durante el rodaje, inédito para mí y que tuve que explicar a Alicia, la script, cuando me miraba con cara de ¿qué hace un montador en rodaje, estando yo aquí? … pero, ¿qué hace un montador en el rodaje de un plano secuencia?
Marino García, montador. Alicia Díaz, script, Xoán Carlos Mejuto, actor y productor e Iria Ares, directora y actriz.
en el rodaje de Badaladas de Amor e Morte.
Y nos adentramos en la etapa de la posproducción. La textura del 16mm en blanco y negro me hizo echar de menos la moviola y la empalmadora Catozzo pero no creo que Fernando Alfonsín estuviera dispuesto a llevar hasta el final esta opción de soporte para la copia final, ni los medios de distribución actuales lo aconsejarían. Solventadas rápidamente las cuestiones técnicas, el montaje fue un goce en lo creativo. El trabajo desarrollado durante la preproducción nos daba la seguridad de disponer de las soluciones narrativas previstas y además aparecían alternativas imprevistas, como siempre ocurre, para probar nuevas posibilidades por las que transitar. Con una versión 3 de montaje ya teníamos un resultado satisfactorio en el tratamiento rítmico y con la versión 4 reajustamos las interacciones del montaje con la música y la sonorización final.
Una vez concluido el montaje del cortometraje, Iria y Mejuto me plantean el montaje del trailer y un último reto añadido: la edición de un vídeo a modo de making of. La consigna consistía en huir del álbum de recuerdos para trasladar al espectador de manera atractiva la tensión del rodaje del plano secuencia.
Si Badaladas había resultado ser un modelo de proceso creativo, qué mejor que aunar en una sola pieza de vídeo multipantalla las distintas fases de ese proceso, sincronizando el texto del guión literario con las acciones finales del rodaje, los diálogos escritos con el guión técnico, con los ensayos y con distintas tomas de rodaje. Qué placer mayor que jugar a montar lo único que no pude montar en la película, el plano secuencia. Dilatar y contraer el tiempo narrativo a voluntad, reconstruir el ritmo interno y en definitiva, como diría Tarkovski, “esculpir el tiempo” como esencia misma del cine. Este fue el resultado, quizá una buena síntesis de lo que ha significado para mí el montaje de Badaladas de amor e morte.
Nota:
el vídeo de Making Of de Marino García es, hasta la fecha, el contenido audiovisual más visto de Estudo Momento en su canal de Vimeo. Más de 400 reproducciones a 21 de septiembre de 2020.
Marino García,
montador.
En el rodaje de Badaladas de Amor e Morte.