1879 CASA
DE MUÑECAS
Sinopsis.
Una oscura versión del clásico de Ibsen para dos actores, que concentra todas las fuerzas antagónicas en sus personajes protagonistas: Nora y Torvaldo. Xoán Carlos Mejuto propone al espectador una inmersión en la intimidad del matrimonio y lo convierte en un mirón indiscreto, obligándolo a reflexionar sobre uno de los paradigmas más arraigados de nuestra sociedad: el sistema patriarcal.
La compañía Estudo Momento representa durante noviembre en el teatro OFF Latina su versión en castellano de «Casa de muñecas»
IRIA ARES y XOAN CARLOS MEJUTO
Estudo Momento empieza su aventura teatral con esta versión de Casa de Muñecas, fruto del trabajo de investigación sobre técnicas teatrales de interpretación y dirección que Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto iniciaran en 2016 durante una residencia artística en la Sala Gurugú de A Coruña.
Desde entonces, aplicarán a sus montajes y a sus interpretaciones y direcciones principios, recursos y metodologías de trabajo propias de los pedagogos y maestros David Mamet, Sanford Meisner, Michael Chéjov y Graham Dixon.
Para esta versión, profundizaron en la técnica de Sanford Meisner, lo que les permite infundir realismo a sus interpretaciones y trabajar desde una proximidad íntima con los universos de los personajes.
XOÁN CARLOS MEJUTO
EXISTENCIALISMO y TRANSICIONES POÉTICAS PARA UNA ATMÓSFERA DE OPRESIÓN
“Quería hacer una adaptación que destilara lo esencial del conflicto. Encontrar dónde reside su fuerza. Elegí esta obra por su escena final, que creo es una de las cumbres del teatro realista. En esa escena está resumido todo: Nora se marcha porque se tiene que marchar. Estamos ante el principio de libertad individual, de existencialismo.”
Xoán Carlos Mejuto
“Las transiciones poéticas amenazan la libertad de Nora. Son una especie de “poesía razonada”. Responden a la lógica, no al corazón. El contraste es magnífico. Pretenden retenerla en la casa y en el matrimonio. Son racionales, morales, asfixiantes…”
Iria Ares
Como tiene que ser, Nora, como tiene que ser…
No está en tu mano impedirlo,
por esa carta maldita,
Krostag será despedido,
tu esposo no cederá.
Como tiene que ser, Nora, como tiene que ser…
No está en tu mano evitarlo,
por ese cruel prestamista,
todo será revelado,
y Torvald al fin lo sabrá.
Como tiene que ser, mi cigarra, como tiene que ser…
que será,
la alondra con alas caídas,
no puede aprender a volar.
XOÁN CARLOS MEJUTO
Cuando uno se enfrenta a la adaptación de un clásico siempre se le plantea el dilema del grado de libertad que se va a tomar para reinterpretarlo, actualizarlo o directamente transgredirlo o violentarlo; a quién se va a respetar más, si al autor adaptado o a uno mismo.
Este grado de libertad varía mucho dependiendo de múltiples factores, de manera que la versión final puede acabar siendo poco más que una mera traducción o por el contrario una verdadera obra original.
En el caso de esta versión de Casa de muñecas el proceso ha sido realmente curioso. Pues tratando de ser bastante fiel y respetuoso con la historia de Nora hemos encontrado espacios novedosos y, a mi juicio, fascinantes.
No diría que llegue a ser una obra original, ni mucho menos, pero sí creo que puede revelar aspectos de la obra de Ibsen que quizá por los condicionantes de su época él decidió camuflar o como mínimo atenuar.
Nuestra versión de Casa de muñecas se articula como un experimento escénico, intentamos contar la historia sólo a través de las escenas del matrimonio Helmer: Nora y Torvald. Así de sencillo.
Tras tener la intuición de que esto era posible, apenas era necesario poner manos a la obra y realizar una adaptación escrupulosamente respetuosa con el original de Ibsen, consciente quizá de que ya me había tomado bastantes libertades con este maravilloso clásico.
El resultado es sorprendente. La ausencia de tramas secundarias y de otros personajes enfrenta irremisiblemente a los dos protagonistas recrudeciendo el conflicto que subyace en su relación. Torvald Helmer acaba representando todas las fuerzas del antagonismo para Nora, y esto acentúa el conflicto y destila todo el poder dramático de la obra.
Gracias a este hallazgo estoy relativamente satisfecho en cuanto al dilema del que hablaba al principio, queriendo ser fiel a Ibsen creo haberlo sido conmigo mismo.
Xoán Carlos Mejuto
Autor de la versión
“I don’t blame myself.
You see, Mr.Gittes,
most people never have
to face the fact that
at the right time and
the right place,
they’re capable of
ANYTHING.”
LA CARTA DE KROGSTAD
Al afrontar el montaje de cualquier clásico, volvemos a la eterna pregunta:
¿Qué podemos ofrecerle nosotros a Ibsen?
Nuestra visión creativa: La escena de la carta de Krogstad.
¿Es posible que un marido viole a su mujer? ¿Qué tipo de atmósfera opresiva alcanzaría su clímax de perversión y podría derivar en semejante acto? ¿Por qué comparar a Ibsen y Strindberg?
En 1879, el momento cumbre de Casa de Muñecas fue el portazo final. Un escándalo para la moral de la burguesía y la alta sociedad europea. ¿Una mujer que abandona a su marido y a sus hijos? Una puta o una loca.
Nuestra apuesta no está en el portazo, que consideramos un símbolo, sino en lo que sucede antes, en la decadencia de la relación matrimonial y en la perversión del sistema patriarcal: un hombre que trata a una mujer como un ser inferior es capaz de cualquier cosa, si se dan las circunstancias adecuadas…
LA VENTANA INDISCRETA (1954)
CONSTRUCCIÓN DE PERSONAJES y RELACIÓN CON EL PÚBLICO
Para 1879. Casa de Muñecas queremos que el espectador se comporte como un mirón. Planteamos una distancia espacial y temporal, para que se sienta cómodo y baje la guardia amparado en el avatar del anonimato.
Le planteamos “una mirada indiscreta” al matrimonio, a la intimidad y a las relaciones con el otro. Abrimos una ventana, que se convertirá en espejo y nos lanzará a la cara nuestras verdades.
¿Por qué es Nora Helmer una heroína?
En 1.879, Ibsen revoluciona el sistema moral de occidente convirtiendo en heroína a una tirana, una mujer que abandona su hogar y se convierte, con un portazo, en el símbolo de la libertad femenina.
Pero… ¿cómo construir una Nora actual?
Volvamos al cine clásico de Hollywood, en el que las mujeres sacaban lo mejor de sí mismas… para conquistar a los hombres.
El objetivo final de Grace Kelly en La ventana indiscreta es “cazar al cazador”. Poner -literalmente-, el anillo en el dedo a James Stewart, el galán errante, el fotógrafo aventurero que, a causa de un accidente, se ve obligado a observar, impedido.
Tomando esta idea de “parálisis masculina” afrontamos la construcción de personajes: Helmer es un lisiado moral. Sólo conoce lo que ha aprendido de la sociedad. Solo sabe ser, lo que se espera de él. Nora, se mueve por toda la casa buscando -de manera inconsciente- su libertad. Lucha, la enfrenta, se rinde y la encuentra. A diferencia de Kelly, su actividad no es sólo física, sino más bien espiritual. Su aventura tendrá el mejor de los finales: el milagro de despertar a su propia consciencia.
La fuerza que pone fin al conflicto no es la fuerza fatal del destino, sino la rendición que eleva el espíritu y convierte a Nora en una heroína existencial.
1879: CASA DE BONECAS
Versión y Dirección: Xoán Carlos Mejuto
Reparto: Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto
Diseño de iluminación: Antón Arias
Música y voz en off (galego): Tito Barbeito
Voz en off en castellano: Xaquín Domínguez
Escenografía y atrezzo: Estudo Momento
Vestuario: Carmen Casal
Maquillaje y peluquería: Andrea Botana
Ayudante de dirección: José Leis
Ayudante de producción: Xaquín Domínguez
Técnicos en gira: Antón Cabado y Rubén Lamas
Producción: Estudo Momento
Colaboran: Diputación de A Coruña y sala Gurugú
Diseño gráfico: Bombo Estudio
Fotografías: Kinografías
Estreno: Centro Ágora A Coruña
Año: 2017
*Espectáculo incluido en la Rede Galega de Teatros e Auditorios
*Espectáculo incluido en la Red de Teatros y Auditorios
(disponible versión en castellano).
DISTRIBUCIÓN
distribucion@estudomomento.com
618 470 512